Cuando Elon Musk compró Twitter por 44.000 millones de dólares lo hizo con el apoyo de grandes inversores. Sin embargo los analistas indican que la valoración de Twitter es un 80% menos de lo que era cuando Musk la compró hace dos años. Ahora el magnate acaba de compensar a esos inversores, pero lo ha hecho de una forma singular.
Desplome de valor. Entidades bancarias como Morgan Stanley y Barclays tienen pendiente una deuda de 13.000 millones de dólares tras la operación, mientras que los inversores de capital riesgo invirtieron 7.100 millones de dólares según Financial Times. Esa inversión no ha parado de caer en valor tras la controvertida gestión de Musk, pero ahora el magnate ha tomado una decisión llamativa.
Acciones de xAI. Para tratar de compensar a esos inversores, Musk les ha dado el 25% de las acciones de xAI. La startup que trata de competir con OpenAI o Anthropic está a punto cerrar una ronda de financiación de 5.000 millones de dólares, lo que hace que su valoración ascienda a 50.000 millones de dólares.
Beneficiarios. Entre las personalidades y entidades que han recibido acciones están Fidelity, Larry Ellison —cofundador de Oracle—, el príncipe saudí Alwaleed bin Talaal, Jack Dorsey —cofundador de Twitter—y las firmas de capital riesgo Sequoia Capital y Andreessen Horowitz. Algunos de ellos participaron en la ronda de inversión de xAI del pasado mes de mayo. Los inversores se pueden beneficiar también de la nueva posición privilegiada que Trump parece ostentar tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU.
Conflictos de interés. Uno de los inversores de esas empresas indicó de forma anónima en FT que «es difícil gestionar los conflictos de interés en este tipo de cosas. Tienes que ser un fiduciario y estás en ambos lados». Efectivamente, aunque esa forma de compensar a los inversores es interesante, también plantea problemas a la hora de actuar y tomar decisiones tanto como accionista de xAI como directivo o socio de esas firmas de inversión.
xAI sigue siendo una incógnita. Mientras tanto, la ronda de inversión da nuevos recursos a xAI para desarrollar sus modelos de IA. En The Wall Street Journal señalan que se espera que la startup lance su propio modelo de IA en diciembre. Trump prometió que dicho modelo será el más potente del mundo «en todas las métricas», pero las dudas son notables. Grok, el chatbot desarrollado por xAI, sigue sin poder ser usado salvo por los suscriptores de X.
Rival de ChatGPT a la vista. Sin embargo eso podría cambiar pronto y según fuentes cercanas a la empresa xAI está preparando el lanzamiento de una aplicación independiente para usuarios finales que teóricamente competirá con ChatGPT.
Colossus. Desde luego parece tener capacidad para lanzar algo así: Musk ha logrado crear su centro de datos, bautizado como Colossus, en tan solo 122 días. Cuenta con 100.000 GPUs de NVIDIA, algo de lo que pueden presumir muy pocas empresas hoy en día. Parte de la reciente de financiación está de hecho destinada a duplicar el número de chips en Colosssus y así poder seguir entrenando sus modelos. El objetivo contrasta con la preocupación reciente de las empresas del sector, que parecen estar experimentando una desaceleración de la IA.
Imagen | Dvids | xAI
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La noticia
Elon Musk acaba de compensar a los inversores que le ayudaron a comprar X. Les ha dado acciones de xAI
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Javier Pastor
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