Albino Vargas Barrantes, Secretario General Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)
Fue el actual Presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles quien dio el banderazo de salida: la campaña para las elecciones presidenciales y diputadiles de febrero 2026 ya arrancó. Es más, él fue más lejos y en reciente entrevista periodística afirmó que “siempre se ha estado en campaña”.
En realidad, no dijo nada nuevo. Siempre ha sido así. No bien ha asumido el gobernante electo cuando sus competidores, partidos y personas, empiezan a moverse pensando en la siguiente elección.
Ahora bien, y si por la víspera se saca el día, en estos momentos “está ganando” las elecciones de febrero de 2026 el grupo político de Chaves Robles, independientemente de cómo se llame. Él, que como outsider se dejó las elecciones presidenciales de 2022, ajusta ya 29 meses de haber asumido y, faltando 15 meses para las nuevas votaciones, va adelante.
El click que hizo con gran parte del electorado la vez pasada, lo sigue manteniendo; y, eso, le hace mostrarse triunfante.
Y es que el bipartidismo histórico, Liberación-Unidad, generó cualquier cantidad de anticuerpos en sus respectivas administraciones (que, en esencia, eran lo mismo), que en febrero 2022 el electorado de entonces pasó factura; alimentado su enojo de años por el fraude-estafa política que representó el Partido Acción Ciudadana (PAC), especialmente con su segunda presidencia.
Por cierto, el lema pasar factura fue acuñado, en diciembre de 2020, en el seno de la corriente sindical en la cual militamos; lema que sirvió para llamar al electorado a que no votara a las papeletas presidenciales de esos tres partidos (el PLUSC-PAC), de modo tal que en algo tenemos “responsabilidad” por la llegada del señor Chaves Robles al Ejecutivo.
El lema pasar factura circuló con gran intensidad en las redes sociales de ese momento; redes sociales que muestran ahora, más que nunca antes, el enorme potencial que tienen para la incidencia política, económica, social y cultural; para promover la guerra y para fomentar la paz.
Chaves ha desplegado un estilo de gestión presidencial altamente agresivo, violentamente confrontativo y descalificante del orden constitucional próximo a cumplir 75 años pues la actual carta magna se promulgó el 7 de noviembre de 1949.
Ha convertido a la mentira en política de Estado y ha profundizado el orden macroeconómico fiscal impuesto por el PLUSC-PAC.
Ese orden macroeconómico fiscal que ya estaba cuando Chaves llegó a la Presidencia, es la base de la desigualdad y de la exclusión social y económica que ya venían sufriendo importantes segmentos trabajadores y que, de una manera u otra, venían golpeando a importantes niveles de la clase media.
Y llegaría el gobierno de Carlos Alvarado Quesada que agravó las cosas para el ya desacreditado bipartidismo tradicional, pues en su campaña él, Alvarado, afirmó que haría “otro” tipo de gobierno.
En tal marco de condiciones se da la furia popular y ciudadana que desató el proyecto de ley conocido como combo fiscal, con la huelga de tres meses del 2018, abriéndose así el camino de, par en par, para que un outsider que sacara provecho de ese enojo cívico gigante.
El combo fiscal llegó a convertirse en el proyecto de ley más impopular luego del combo ICE en el año 2000; y es importante recordar como el combo ICE acabó con el clásico bipartidismo monopolizador de la política electoral tal cual se venía ejerciendo.
Partidos como el propio PAC, el Frente Amplio y el Movimiento Libertario son “hijos” del combo ICE.
El “chavesismo” irrumpe así, valiéndose de importante respaldo popular, abruptamente, parapetándose en el Poder Ejecutivo y con una cabeza de playa en el Legislativo, poniendo en tiro al blanco la Constitución de 1949.
Envalentonados con sus irreverencias, al parecer un discípulo y dos discípulas se disputan la próxima silla presidencial del 2026 que creen tener asegurada: José Miguel Villalobos Umaña, Laura Fernández Delgado y Marta Esquivel Rodríguez.
Y, lo que no es “chavesismo” parece no dar pie con bola. A lo mejor, ya es tarde… para articularse y responder.