Con el propósito de fortalecer las capacidades de las Defensorías de los Habitantes de América Latina en la defensa de los derechos de las personas afrodescendiente, concluyó el programa de capacitación a personal de más de 10 Instituciones Nacionales de Derechos Humanos del continente.
Entre los países participantes estuvieron Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, entre otras naciones.
Gracias a la colaboración de la Red de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos del Continente Americano (RINDHCA), la Asociación de Mujeres Afrocolombianas (AMUAFROC), la Articulación para el Decenio Afrodescendiente (ALDA) y la Defensoría de los Habitantes de Costa Rica se logró llevar adelante este proceso de aprendizaje que permitió fortalecer y mejorar el abordaje y protección de los derechos de esta población en toda la región.
El trabajo se desarrolló durante siete semanas donde se analizaron desafíos, avances, pendientes y casos específicos de defensa de derechos de las personas afrodescendientes con el propósito que pueda traducirse en acciones concretas para la promoción y defensa de sus derechos y, la elaboración de informes en cada país sobre la situación de los derechos humanos de la población afrodescendiente, así como uno de carácter regional.
Angie Cruickshank Lambert, Defensora de los Habitantes de Costa Rica, dijo que posicionar estos temas a nivel del continente es fundamental pues no solo permite visibilizar las realidades y desafíos específicos de las personas, comunidades y pueblos afrodescendientes sino también instar a los gobiernos a implementar políticas públicas más inclusivas y efectivas.
“Precisamente a estos esfuerzos de capacitación se deben sumar jornadas de diálogo en cada uno de los países con la participación de organizaciones y líderes de la sociedad civil afrodescendiente. Ello representa una oportunidad invaluable para fortalecer lazos y asegurar que, el trabajo desde las Defensoría de los Habitantes, refleje las verdaderas necesidades y aspiraciones de la población afrodescendiente. Recordemos que la lucha contra el racismo y la discriminación es una tarea continua que requiere de nuestro compromiso constante. Cada paso que damos hacia la igualdad y el respeto de los derechos de las personas afrodescendientes es un paso hacia sociedades más justas y equitativas para todos y todas”, afirmó la Defensora.
«La lucha contra el racismo y la discriminación es una labor continua que requiere de un firme compromiso de los Estados».
«La articulación de un proceso de formación permitió que instituciones nacionales de derechos humanos pudieran tener mayores elementos técnicos para la defensa de los derechos de la población afrodescendiente en América Latina».
