Definir la suerte es un desafío, ya que se trata de un concepto polifacético que varía según el contexto y la percepción individual. No obstante, se podría definir la suerte como una fuerza o circunstancia que influye en los eventos de manera aleatoria o sin una causa previsible y que afecta significativamente el resultado de situaciones o decisiones. La suerte puede ser buena o mala, y debería estar fuera del control directo de la persona.
En el contexto del fútbol, la suerte puede desempeñar un rol fundamental en los resultados. Influye en el desarrollo de un partido cuando un rebote inesperado del balón, un error de un jugador o un error arbitral benefician o perjudican a un equipo.
Medir la suerte
Para medir la suerte, especialmente en deportes como el fútbol, han aparecido en los últimos años diversas herramientas estadísticas. Una de ellas es la conocida como expected goals (xG). Esta herramienta ha revolucionado el análisis científico del fútbol, dado que en este deporte ha habido históricamente menos estadísticas disponibles, en comparación con otros deportes tales como el béisbol o el baloncesto.
Se trata de una estadística avanzada que estima la probabilidad de que un tiro termine en gol y se usa no solo en fútbol, sino también en otros deportes como el hockey sobre hielo o el balonmano.
Seguro que les resulta familiar dicha probabilidad, dado que recientemente se ha incorporado en la retransmisión de partidos, en la repetición de los goles.
¿Eficaz o afortunado?
La probabilidad se calcula a partir de factores como la posición desde la que se realiza el tiro, el tipo de pase que precedió al tiro, la parte del cuerpo utilizada para hacer el disparo, etcétera. Cada tiro recibe una puntuación de xG que varía entre 0 y 1, donde 1 indica que el tiro tiene una probabilidad muy alta de convertirse en gol.
La comparación entre los goles realmente marcados por un equipo y la suma de los xG en un partido permite identificar la influencia de la suerte en los resultados. Si un equipo o jugador ha marcado más goles de los esperados se puede interpretar como una dosis de suerte o una excepcional eficacia, mientras que un déficit de goles respecto a xG indicaría lo contrario.
El teorema teoría central del límite (TCL) nos dice que, para un proceso aleatorio con una media determinada y una varianza finita, la media de las observaciones tiende a la media verdadera del proceso a medida que el tamaño de la muestra aumenta.
Para validar todo esto hemos usado las estadísticas de goles y expected goals de los tres equipos dominantes en LaLiga de fútbol española a lo largo de los 10 últimos años: Atlético de Madrid, F.C. Barcelona y Real Madrid.
En ese periodo, estos tres equipos han ocupado el pódium de la competición. Pero, esta última temporada, el Girona F.C. se ha colado en el tercer puesto, desplazando al Atleti a la cuarta plaza. Si solo introducimos en la muestra a los tres mejores equipos, se podría interpretar que la precisión de sus delanteros sería similar y no influye en la diferencia de goles.
4,74 goles de media
Los números acumulados indican que estos tres equipos marcan, de media, 4,74 goles más de lo que deberían por temporada (línea naranja). Sin embargo, el Real Madrid marca cada temporada 5,53 goles más de los que debería (0,79 goles por encima de la media) y el Barça marca sólo 4 goles más (0,74 goles por debajo de la media) mientras que el Atleti se queda ligeramente por debajo de lo esperado (0,05 goles por debajo de la media).
Las diferencias entre los goles reales y los xG para estos equipos muestran variaciones que pueden atribuirse a la suerte, asumiendo una habilidad de finalización similar en los tres equipos. Sin embargo, llama la atención que el Real Madrid acumula suerte a lo largo de los diez últimos años mientras que el Barça no.
Para los que creen que la suerte no existe, y menos a lo largo de una década, se abre un nuevo debate sobre qué será aquello que provoca ese superávit sistemático de goles para el Madrid.
Raúl Gómez Martínez es socio con insignia de plata del club Atlético de Madrid
Benito Pérez González es socio y abonado del Club Atlético de Madrid
Jose Torres-Pruñonosa es socio del Futbol Club Barcelona.