El mundo se transforma a un ritmo vertiginoso, presentando desafíos como un mercado laboral en evolución, el cambio climático o el agotamiento de recursos naturales. A estos retos se suman otros más recientes, como la crisis energética y económica derivadas de la pandemia de covid-19 y la invasión de Ucrania.
En el caso de las generaciones mileniales (nacidos entre 1983 y 1994) y z (nacidos entre 1995 y 2002), entre sus principales preocupaciones en el ámbito global se incluyen diversas áreas críticas, tal como se recoge en varias encuestas y estudios relevantes:
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Coste de vida creciente: Muchos luchan para poder tener una vivienda y poder afrontar los gastos derivados de la cesta de la compra y otros servicios básicos.
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Desempleo y precariedad laboral: Encontrar un trabajo estable y bien remunerado es difícil, lo que genera estrés y ansiedad.
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Salud mental: La pandemia, el estrés económico y otros factores han aumentado los problemas de salud mental entre los jóvenes.
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Cambio climático: Los jóvenes están preocupados por el futuro del planeta y la falta de acción para combatir el cambio climático.
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Relaciones interpersonales y acoso: Seis de cada diez mileniales y la mitad de los pertenecientes a la generación Z han experimentado algún tipo de acoso laboral ya sea en la forma de mensajes inapropiados, microagresiones o discriminación.
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Impacto de la pandemia en la educación: La pandemia interrumpió la formación que estaban recibiendo y ha generado dificultades para los estudiantes.
Las preocupaciones de los universitarios españoles
Para conocer el nivel de preocupación de los estudiantes y su impacto en el rendimiento académico, los autores de este artículo realizaron una encuesta a alrededor de 5 000 jóvenes de diversas universidades españolas con edades entre
17 y 25 años. Se les preguntó por su grado de preocupación usando una escala de 1 a 5, donde 1 significa “nada preocupado” y 5 significa “muy preocupado”.
Los resultados de esa investigación, publicados recientemente en un artículo, revelan que los jóvenes universitarios españoles están muy preocupados por la situación laboral (media 4.13 sobre 5), el conflicto en Ucrania (media 4.08 sobre 5), la salud mental (media 4.06 sobre 5) y los problemas medioambientales (media 3.93 sobre 5).
Aunque el acoso sexual es el tema que menos preocupa de la lista planteada (media 3.03 sobre 5), es destacable la gran variabilidad en las respuestas (personas a las que les preocupa mucho frente a otras a las que no les preocupa nada).
Las mujeres se muestran más preocupadas que los hombres
Considerando el género del estudiante, las mujeres muestran más preocupación que los hombres en todos los temas planteados (ambientales, sociales y económicos), excepto en lo referente a la crisis energética.
Fuente: Elaboración propia
El acoso sexual preocupa menos a los hombres, mientras que ellos, por su parte, están más preocupados que las mujeres por la situación laboral y las consecuencias de la guerra en Ucrania.
Entre los estudiantes de más edad, las principales preocupaciones giran en torno a la escalada de precios y la situación laboral.
¿Afectan las preocupaciones al rendimiento académico?
Estos problemas pueden tener un impacto negativo en el rendimiento académico del estudiantado. Preguntados por cuánto consideran que afecta negativamente a su rendimiento académico cada uno de estos problemas, todos los estudiantes perciben que la escalada de precios afecta a su rendimiento académico, mientras que las mujeres y los jóvenes de más edad se consideran especialmente vulnerables a los efectos adversos de la situación laboral y la salud mental.
En las mujeres el segundo factor que más les influye, tras el aumento de los precios, es la situación laboral, mientras que para los hombres es la salud mental. Los hombres no encuentran que el acoso sexual impacte en su rendimiento académico mientras que las mujeres sí.
La existencia de estas preocupaciones no tiene que ser en sí problemática, sino la percepción de incapacidad para afrontarlas. Según un estudio, los estudiantes que sienten que no pueden manejar sus preocupaciones tienen más probabilidades de experimentar problemas de salud mental graves, lo que a su vez afecta a su rendimiento académico y su bienestar general.
Las preocupaciones mencionadas, como la situación laboral, el aumento de los precios, el conflicto bélico y los problemas medioambientales, están estrechamente vinculadas con el bienestar mental de los jóvenes. La OCDE destaca que la incertidumbre económica y laboral puede generar altos niveles de estrés y ansiedad, afectando a la salud mental de los estudiantes. La pandemia de covid-19 ha exacerbado estos problemas, aumentando la ansiedad y la depresión entre los estudiantes universitarios y afectando al rendimiento académico.
Apoyo desde las instituciones
Tener en cuenta el papel de estas preocupaciones en la vida estudiantil y en las probabilidades de éxito académico y personal es importante a la hora de formular políticas educativas.
Muchas universidades ya han puesto en marcha servicios para garantizar el bienestar de los estudiantes en múltiples niveles, incluyendo las dimensiones emocional, física, social, intelectual y financiera. Por ejemplo, la Universidad de Murcia cuenta con el programa gratuito OPE (Orientación gratuita psicológica a estudiantes) con el que ayuda a aquellas personas que tengan dificultades tanto en el ámbito personal, como familiar y en los estudios.
La Universidad Complutense de Madrid dispone del servicio PsiCall UCM para ofrecer atención psicológica inmediata de forma gratuita para todos los estudiantes y residentes de sus Colegios Mayores, accesible a través de correo electrónico y teléfono.
Otras medidas que pueden favorecer el bienestar de los universitarios son: apoyar los procesos de adaptación tanto a la vida universitaria en los primeros cursos como al mercado laboral en los últimos, organizar actividades extracurriculares, fomentar la igualdad de género y promover un campus universitario seguro e inclusivo e incorporar trabajos grupales sobre sostenibilidad para fomentar la colaboración, el intercambio de ideas y la responsabilidad social entre los estudiantes.
Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.