El contrabando o ingreso no registrado de productos por aduanas es un mal que aparte de ser una actividad ilegal, afecta a casi todos los países del mundo, pueden llegar a ser casi contados con las manos los países que combaten este fenómeno de forma directa y concreta.
Este fenómeno responde al efecto del mercado como lo es la oferta y la demanda, en donde un producto se vuelve tan necesario que su producción tiende a subir según sea requerido, de esta manera también su precio puede ir variando dentro del mercado, condicionando que tantos actores y/o productores existan para sustentar esta necesidad.
En los últimos años esto es lo que ha sucedido con múltiples productos de uso cotidiano, y un material como el cemento no es la excepción, siendo un material necesario para la infraestructura y la vivienda en todos los países.
China se ha convertido en uno de los países con mayor producción de cemento a nivel mundial teniendo la capacidad de producir cantidades industriales de este material ya sea para uso propio así como producto de exportación, según informes del 2021 China acaparó la exportación de cemento llegando a casi un 35% de la región en Centroamérica.
Según las teorías económicas mientras más fabricantes existan más se abre el mercado, sin embargo, esto se desconecta de la realidad cuando un fabricante como China, reporta en exportaciones de cemento de manera legal, cantidades similares a las registradas de este material de manera ilícita o de cuestionable ingreso a los países.
Cemento Chino en Centroamérica
China tiene registros de exportación de cemento en varios países de Centroamérica como Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, sin embargo al mismo tiempo que tiene presencia en estos países, tiene una mala reputación con respecto a su calidad y mecanismos de entrada en cada uno de los países.
En El Salvador y Honduras, la importación de cemento Chino está ligado a un empresario altamente cuestionado como Lenir Perez, quien se ha visto envuelto dentro de múltiples roles políticos y sociales en estos países teniendo una cuestionable reputación.
En Costa Rica el cemento Chino fue el causante principal de un escándalo que hasta el momento aún no se ha resuelto conocido como “El Cementazo” donde luego de vacíos legales y cambios de normas, se permitió el uso de este material en obras públicas y no resultó ser de la duración ni resistencia adecuada.
En Guatemala, desde el 2021 se ha aumentado el contrabando de cemento chino según lo reporta Axel Romero, gerente de Gestión de la Comisión de Defensa del Comercio Formal (Codecof) de la Cámara de Comercio de Guatemala, en una entrevista Romero argumenta que el contrabando a cambiado de dinámica en los últimos años:
“Por ejemplo, el 30% de los cigarrillos que se venden en el país son de contrabando; y en el sector granelero estaríamos hablando de un 35%. Pero el sector que está teniendo un aumento acelerado de fraude es el de cemento, se estima un 20% de crecimiento anual
Aunque el cemento proviene de China y el cigarro de Belice, la ruta utilizada para este segundo producto es de China a Turquía, después a Panamá y Belice, para ingresar por último al territorio nacional, por Izabal.”
Es por esto que es muy importante conocer la procedencia de los materiales, más en un sector tan importante como la construcción e infraestructura, dentro de los argumentos del contrabando está el favorecer al usuario permitiendo el acceso al material a bajo costo, sin embargo, muchas veces el material se da a bajo costo por que no cumple con estándares de calidad o regulaciones dentro de los países que garanticen el buen funcionamiento del mismo.