Walter Conrado Marín.
La prevención para una buena salud es un tema que se ha dejado mucho de lado, omitiendo la importancia que este tiene para el bienestar físico y mental. El mundo actual ofrece a las personas opciones con respecto a productos y placeres, sin embargo, detrás de esta ventana de comodidades y gran variedad de opciones a elegir, hay un sinfín de advertencias que no se les mencionan a las personas, que pueden ser perjudiciales o contraproducentes para el organismo.
Es necesario analizar a profundidad que la suma de muchos pequeños factores suma un gran riesgo a la salud, hasta potencialmente requerir tomar tratamientos crónicos, internamientos en hospitales o complicaciones que pueden llevar hasta la muerte, ante este panorama Ruiz (2017) menciona que:
La promoción de salud consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma»; en ella se plantearon como prerrequisitos para la salud: paz, educación, vivienda, alimentación, renta, ecosistema estable, justicia social y equidad; finalizó expresando que las mejoras en la esfera de la salud han de basarse en estos prerrequisitos (p.102).
Sin embargo, no se pretende hacer ver que las comodidades y gustos que hay en la actualidad son malos, sino que, el abuso de estas puede llegar a convertirse en hábitos negativos y con el tiempo pueden surgir padecimientos los cuales pudieron ser prevenidos con información y educación.
No obstante, la prevención viene acompañado de un término el cual es un poco desconocido entre la población, el cual muchas personas practican, pero no saben que lo hacen, desde niños nos enseñan a que debemos comer vegetales y alimentos saludables, también, que debemos evitar el consumo de drogas o sustancias dañinas para nuestro organismo, esto se llama temperancia, para ponerlo en contexto y saber en qué consiste este concepto se recalca lo dicho por Moyano et al. (2018) en su artículo Conductas motrices potenciadoras de la temperancia
Un estilo de vida equilibrado en el cual las cosas buenas se usan en forma inteligente y las cosas dañinas no se usan, el objetivo de una vida temperante es el bienestar físico, mental y emocional y abarca todos los aspectos de nuestro estilo de vida (p.13).
Entonces, con esta definición se logra verificar que nuestro bienestar integral va acompañado de dos factores que se relaciona entre sí y que puede ser la clave para llevar un estilo de vida donde se puede prevenir muchos males, sabiendo hacer un buen uso de los recursos disponibles y no incluir en nuestro diario vivir actividades y productos que no son de utilidad para el organismo.
También, hay que tomar en cuenta qué es la salud, porque, es posible que tengamos una idea errónea de lo que podría ser, es más o menos como pensar que alimentarse es lo mismo que nutrirse, cumplen un mismo propósito, pero abarcan puntos distintos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (OMS, 2022, párr. 1).
Se considera importante el mostrar una vista previa de lo que implica la prevención, porque a como se dijo en un principio es un recurso que se ha dejado de lado, concibiéndolo como una palabra trillada o aburrida.
En el presente se nos invita a que sólo se vive una vez, o se reproducen frases como “de algo tengo que morirme” o “cuando muera lo que me llevo es lo que disfrute” hoy en día se ve la salud como algo sin importancia u opcional, en donde se prefiere experimentar, disfrutar y sentir antes que gozar de un estilo de vida saludable, que se puede eximir de muchas enfermedades en edades tempranas.
De acuerdo con lo anterior no sólo involucra el bienestar físico, sino que también, es un equilibrio integral de todo nuestro organismo, muchas veces las actividades del diario vivir como trabajar, estudiar y practicar distintas disciplinas, nos envuelven a tal punto que dejamos de lado cosas tan fundamentales como el descanso o una dieta saludable, porque la vida que se lleva va tan acelerada que al final se refleja de manera negativa en nuestra salud.
Ese estilo de vida si no se sabe manejar adecuadamente, puede pasar una factura muy grande. Si bien es cierto lo sacrificios que hacemos diariamente para la salud, nos trae beneficios como obtener patrimonio, bienes y recursos pero el precio que estamos pagando no compensa el riesgo a nuestra salud.
Como se decía anteriormente, tenemos que ser conscientes a qué ritmo o velocidad llevamos nuestra vida, porque aquí es dónde hay una de las claves para hacer un cambio en el estilo de vida y también, ir desarrollando proyectos hasta cumplir metas de vida sin dejar de lado algo tan importante como la salud el cual es un beneficio invaluable, que ningún dinero puede pagar.
Cuando hablamos de un estilo de vida se toma en cuenta los hábitos que tenemos en nuestro diario vivir, ello compete a como nos alimentamos, actividad física, descanso, entre otros. En esto influye en gran medida la cultura y sociedad en la cual nos encontramos también, la educación que tuvimos en etapa de desarrollo, con base en esto se piensa que las persona pueden hacer un alto y analizar en qué dirección lleva su salud.
Existen muchas alternativas que permiten cambiar la manera en la que se desarrollan diferentes actividades en el día a día, dando soluciones a problemas de salud o condiciones que las personas deben cambiar, con base en esto se hablará de algunos hábitos que pueden estar perjudicando la salud, ello con el propósito de buscar un cambio de mentalidad entre las personas, que permita hacer retrospectiva de cómo se puede mejorar.
Uno de los hábitos en cuestión es la alimentación, en el presente más allá de ser una acción que proporcione nutrientes a nuestro organismo, se usa como un medio por el cual, el ser humano busca satisfacer antojos, también, crear platillos donde las palabras abundancia y dañino están presentes. Cadenas de alimentos famosas en el mundo buscan seducir a la población mediante marketing que hacen ver que sus productos buenos o necesarios en nuestra dieta.
Otro medio que ataca la alimentación son los productos que están procesados, con aditivos, pesticidas, hormonas y con bajo aporte de nutrientes esenciales, esto se relaciona con el estilo de vida que llevan la personas en el presente, que va cada vez más acelerada y con un costo elevado, incitando a que la población se centre más en trabajar para mantener un estatus, como resultado hay familias o personas que deben optar por opciones rápidas de alimentos porque en muchos casos no hay tiempo necesario para preparar comidas muy elaborados y ahí es donde los productos procesados con adictivos y de preparación rápida son más consumidos, inclusive se puede mencionar el hecho de que la mayoría de personas no consumen la cantidad de agua recomendada diariamente.
De acuerdo con Aneska et al. (2015) mencionan en su artículo que,
La alimentación saludable constituye uno de los principales factores de promoción y mantenimiento de una buena salud durante toda la vida. La dieta inadecuada es uno de los principales factores de riesgo de aparición de las principales enfermedades no transmisibles (ENT), como las cardiovasculares, el cáncer o la diabetes mellitus (p.1).
Como se dijo en un inicio la sociedad y la cultura influye mucho en como una persona se desarrolla y adopta hábitos, es por lo que desde las escuelas se inculca a los jóvenes a que en su crecimiento forjen bueno hábitos alimenticios como no consumir gaseosas, alimentos procesados, consumir agua y no ingerir sustancias como el alcohol se menciona esto porque la educación junto con fuentes de información puede ser clave para que muchas personas conozcan de estos factores de riesgo.
Unos de los problemas que puede traer la mala alimentación es mencionado por Aneska, et al. (2015),
El incremento del sobrepeso y la obesidad en todo el mundo alcanza cifras pandémicas y constituye uno de los principales desafíos para la salud pública. Personas de todas las edades y condiciones se enfrentan a este tipo de mala nutrición (p.2).
Dentro de estos malos hábitos que pueden perjudicar la salud en las personas está el descanso, aunque muchos no le encuentren la importancia para una buena salud la ciencia respalda que es mediante este donde el cuerpo logra fortalecer el sistema inmune encargado de protegernos ante enfermedades o virus, además, mejora el estado de ánimo la parte cardiovascular y cerebrovascular.
En múltiples ocasiones el sueño diario se ve comprometido por responsabilidades que son parte de la vida como trabajar, estudio, entrenamiento y fiestas, las horas recomendadas para un descanso adecuado son de seis a ocho horas, sin embargo, la mayoría de las personas se ven obligadas a no respetar esto debido a que, se ocupan de dos trabajos o mala distribución del tiempo.
No obstante, el descanso consiste en algo más que sólo dormir bien, también, conlleva el tiempo que se utiliza para esparcimiento y recreación ya sea en familia, con amigos o tiempo de calidad que se invierta en actividades que sean de relajación y logren reemplazar la rutina diaria, de acuerdo con esto en un artículo llamado Necesidad de descanso y sueño, 2017, hace referencia que,
El descanso no es simplemente inactividad, requiere tranquilidad, relajación sin estrés emocional y liberación de la ansiedad. La persona que descansa se encuentra mentalmente relajada, libre de ansiedad y físicamente calmada. El significado y la necesidad de descanso varía según los individuos. Cada persona tiene hábitos personales para descansar tales como leer, realizar ejercicios de relajación o dar un paseo. (Enfermería Comunitaria, p. 2, 2017)
Con esto se deja en evidencia que, al no existir un descanso adecuado, puede repercutir de manera negativa en el organismo desencadenando problemas que afectan las actividades que desarrollan las personas. Por otra parte, se habla de consecuencias conductuales en los individuos, así lo menciona Carrillo et al. (2018) señalando algunas características conductuales,
Existe una disminución de la conciencia y de la reactividad a los estímulos externos, la ausencia de sueño (privación), induce distintas alteraciones conductuales, psicológicas y fisiológicas; además de generar una “deuda” acumulativa de sueño que eventualmente deberá recuperarse rebote de sueño (Carrillo et al. 2018, p.7).
Por lo tanto, se evidencia la causa de muchos errores o accidentes que ocurren en la vida cotidiana de las personas que puede tener origen en un mal hábito relacionado con el descanso, no obstante, debido al desarrollo de los medios de comunicación e información es posible que la población logre conocer y obtener información que corte con la cadena de malas prácticas que perjudican la salud.
Por otra parte, hay una práctica que puede generar cambios importantes en el bienestar y estilo de vida de las personas, su impacto permite grandes cambios en el organismo y contribuye a cultivar hábitos positivos, este elemento es la actividad física, para muchos es algo trillado con poca efectividad, sin embargo, hay que tener en cuenta que ello no va a generar cambios en el cuerpo tan rápido como algunos esperan, hay que tomar en cuenta que todo cambio conlleva un proceso de adaptación que se acompaña con otras prácticas complementarias.
Algunas personas consideran que la actividad física se toma como una moda o tendencia de unos cuantos meses viendo esta práctica como algo sin importancia para la salud, no obstante, se subestima el impacto positivo que este elemento tiene en la vida de las personas, respaldando lo anterior se toma en cuenta lo dicho por Recalde, et al. (2017), agrega que,
La falta de actividad física trae como consecuencia el aumento de peso corporal que puede alcanzar niveles catalogados como obesidad, disminución de la elasticidad y movilidad articular, hipotrofia muscular, disminución de la habilidad y capacidad de reacción, ralentización de la circulación con la consiguiente sensación de pesadez, dilataciones venosas (várices), dolor lumbar, lesiones del sistema de soporte y mala postura, debido al poco desarrollo del tono de las respectivas masas musculares, tendencia a enfermedades crónico-degenerativas como la hipertensión arterial, diabetes, síndrome metabólico, sensación frecuente de cansancio, desánimo, malestar, poca autoestima relacionada con la imagen corporal, etc. (p. 3).
Es evidente lo importante que se puede ser esta practica en la diario vivir de las personas, se ignora el hecho de que cada uno va por la vida desempeñando diversas actividades que son del diario vivir pero si se hace un análisis en retrospectiva no se invierte el tiempo necesario para alcanzar una condición física optima que se amigable con la salud, y ello es algo que cada persona puede comprobar con simples acciones y preguntas por ejemplo, ¿Cuánto aguanto al subir una escalera? ¿Cuánto kilómetros logro caminar sin agotarme?
Se puede ver como algo muy simple y sin importancia pero, pueden ser indicadores de que nuestra condición física necesita ayuda, es la manera en la que el organismo nos dice que se debe generar un cambio, basado en como una persona puede verse limitada por la incapacidad de desempeñar actividades comunes.
Es por estas razones entre muchas más de que hoy en día la sociedad no logra preservar una buena salud debido a que, se deja llevar por un abanico de responsabilidades, problemas y un ritmo de vida acelerado que no permite a las personas razonar en que están tirando un recurso invaluable como la salud por la borda, no obstante, se piensa que mientras haya vida y ganas de generar un cambio en nuestras vidas, se puede hacer un borrón y cuenta nueva con el objetivo de llevar un estilo de vida saludable con las actividades del diario vivir.
Es por ello que al concluir esta lectura cuyo propósito es crear una reflexión positiva en las personas lectoras, también, aportar recomendaciones que pueden ser de utilidad para mejorar y mantener una buena salud, se puede mencionar que el consumo de bebidas carbonatadas, comidas de tipo frituras, alimentos procesados son el enemigo número de una condición optima se debe evitar ingerir este tipo de comidas que aparte de generar adicción es mas el daño que produce a comparación del aporte nutritivo al organismo.
Otro recomendación que es importante hacer caso es el no postergar el sueño, ello es algo que como se vio anteriormente es acumulativo y desencadena procesos negativos a nivel neurológico que repercute en el mal desempeño en diversas actividades, es por lo que, se recomienda hacer un buen uso del tiempo durante el día con el fin de que se logre descansar un promedio de 6 a 8 horas diarias que según la ciencia es lo mas recomendable para la regeneración del organismo mientras descansamos.
También, parte fundamental de gozar de una buena salud a lo largo de los años esta en la actividad física, se debe ver esto como algo necesario que es indispensable, puede ser que no seamos personas activas o que practiquemos algún tipo de ejercicio, no obstante, se puede iniciar con actividades básicas como caminar e ir aumentando cada día la duración o distancia con el objetivo de desarrollar resistencia y acondicionamiento del organismo dando cabida a crear un hábito que puede ser de mucha ayuda para nuestra salud.
En general se debe tomar consciencia de como esta nuestra salud, para tomar cartas en el asunto y tener una respuesta inmediata si es el caso que atravesamos un momento por el cual no estamos haciendo nada al respecto, la prevención en la salud siempre será un herramienta que nos ayudará eximirnos de enfermedades y problemas que modifiquen de mala manera nuestro estilo de vida.
Bibliografía
- Alfredo, V. (2017). Diagnóstico sobre la demanda de actividad física para la salud en el adulto mayor guayaquileño. Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas, 1-12.
- Mariño, A. y Garcia, M. (2015). Alimentaciòn Saludable . Healthy nutrition, 1-13.
- Juan, N. (2017). Necesidad de descanso y sueño. Enfermería Comunitaria, 1-13.
- OMS, (2022). Constitución, párr. 1.
- Paul, C. (2018). Trastornos del sueño: ¿qué son y cuáles son sus consecuencias? Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM, 6-20.
- Ruiz, S. (2017). La promoción de la salud y su vínculo con la prevención primaria. Medicentro Electrónica, 101-111.
- Sandra, M. (2018). Conductas motrices potenciadoras de la temperancia. Bogota D.C.