Leiner Vargas Alfaro, Economista (Dr.).
He iniciado a preparar mi primera clase del metaverso, si, así como lo escuchan y no es una locura repentina o simplemente una fantasía de ciencia ficción, motivada en mi descanso de semana santa. Seguro que el profe se ha vuelto loco, dirán algunos de mis alumnos de antaño, algo se ha tomado o le resultó complejo su descanso de semana santa. Pero amigos, es cierto y lo más importante es que al igual que como profesor debo replantearme casi todo lo que he aprendido y, sobre todo, la forma y el método para enseñar, cada uno de ustedes como consumidor, como empresario, como inversionista y en general, como seres humanos, deben plantearse que harán y cómo, en el nuevo universo virtual o meta-universo (metaverso) en el que estudiará, trabajará o será inversionista y empresario, en los próximos años.
Lo primero que quiero decirles es que las reglas cambian, que la forma en cómo se definen las instituciones y la lógica de estas, también cambia. El metaverso es la nueva realidad digital dónde convergen al menos tres grandes grupos de tecnologías emergentes, la primera de ellas es la llamada internet 3.0, una nueva forma de interactuar con el mundo digital que involucra un cambio equivalente al invento de la rueda para el ser humano antiguo, se trata de una revolución digital de magnitudes no imaginables más que en las series de ciencia ficción, la nueva forma de interactuar de manera autónoma siendo parte “prosumers” (productores-consumidores) del mundo digital, generando interacciones con el mundo digital jamás pensadas previamente. El segundo grupo de tecnologías se refiere a la realidad virtual y la realidad aumentada, la forma digital de convertirnos en avatares con una capacidad de ingresar y participar del mundo virtual en distintas versiones donde podremos consumir, trabajar, estudiar e interactuar con experiencias multidimensionales, tan solo con nuestros trajes y lentes de realidad virtual. Finalmente, la cadena de bloques (blockchain) a partir de la cuál se podrá realizar cualquier tipo de contrato e interacción social de forma segura y con costos de transacción bajos, marginalmente tendientes a cero.
Los cambios que tendremos en las empresas serán un giro de 180 grados en la forma convencional de ver los negocios. No solo se trata de una nueva forma de vender, sino que además se producirán enormes eficiencias de logística, nuevos canales de mercadeo y ventas y sobre todo, una casi completa automatización de procesos y actividades. Es así como, la integración de los grandes datos “BIGDATA” producirá nuevas formas de valor y sobre todo, modelos de negocios completamente renovados en cada una de las cadenas de servicios y productos conocidos. Se abre también la novedosa realidad virtual dónde tendremos nuevas y muy diversas experiencias y dónde la competencia producirá grandes cambios y transformaciones de los sectores financieros, de seguros, educativos, de salud, de recreación, de logísticas y en general, cambios en la forma de hacer negocios.
Cada sector deberá repensarse y redefinirse en el metaverso. Cada persona deberá prepararse para seguir siendo valiosa dentro del nuevo universo digital. La transformación que tenemos al frente les dará grandes oportunidades a las personas, pero deberán reinventarse para rediseñar lo que hacen en el mundo digital. Así las cosas, yo seguiré estudiando a mis 53 años, casi un 80 por ciento de mi tiempo lo dedico a eso, preparando mis nuevas formas de asesorar negocios, de crear o fundar nuevas empresas, de diseñar nuevas políticas públicas y sobre todo, apoyando a mis estudiantes para que sean exitosos en este nuevo mundo del metaverso. Si usted aún no ha iniciado con este tema vaya pensando al respecto, es hora de prepararse para el cambio más significativo de este siglo, la llegada del meta universo.
Publicado originalmente en La República