Normalmente no pensamos en el cáncer como una enfermedad infecciosa. Pero ¿y si le dijéramos que existe un cáncer contagioso, con miles de años de antigüedad? Esta enfermedad no está causada por la infección de un virus. Se trata de células cancerosas que pueden transmitirse físicamente entre perros.
En nuestro nuevo estudio en el Grupo de Cáncer Transmisible de la Universidad de Cambridge, descubrimos que los perros macho tienen de cuatro a cinco veces más probabilidades que las hembras de estar infectados con la forma oral y nasal del tumor venéreo transmisible (TVT). Las células cancerosas se transmiten entre los perros al olfatear los genitales de otros congéneres.
El TVT afecta sobre todo a las regiones genitales, dando lugar a la formación de tumores antiestéticos y suele transmitirse durante el apareamiento . A veces, las células de esta enfermedad pueden afectar a otras zonas, como la nariz, la boca o la piel.
Aunque es una dolencia común que afecta a miles de perros en todos los continentes, la versión oral y nasal es rara. Los tumores bucales y nasales se transmiten cuando un perro huele los genitales infectados por el TVT de otro perro.
En nuestra base de datos de casi 2 000 casos de TVT, sólo 32 de ellos afectaban a la nariz o la boca. Además, el 84 % de los perros con la forma nasal u oral eran machos.
Las diferencias de comportamiento entre los sexos pueden contribuir a este riesgo. Por ejemplo, los perros macho parecen tener preferencia por olfatear o lamer los genitales femeninos, en comparación con lo que ocurre a la inversa.
Los tumores genitales femeninos, que están más expuestos, también pueden ser más accesibles para olerlos y lamerlos, a diferencia de los tumores genitales masculinos, que suelen estar ocultos dentro del prepucio.
Un cáncer antiguo
Los síntomas más comunes de las versiones faciales del cáncer son estornudos, ronquidos, dificultad para respirar, deformación nasal o secreciones sanguinolentas o de otro tipo por la nariz o la boca. Con tratamiento, la gran mayoría de los perros se recupera.
Este cáncer rompe el molde de otra manera: el TVT es extremadamente antiguo. Procede de las células de un perro que vivió hace varios miles de años, y lo transmitió a otro can. Las pruebas genéticas demuestran que probablemente se trataba de un animal parecido a un husky que vivió en el centro o el norte de Asia.
Las células cancerosas vivas han ido saltando de perro en perro desde entonces, como un parásito. Cuando observamos al microscopio las células tumorales del TVT actual, en realidad estamos viendo las del perro que vivió hace miles de años. Todas las formas actuales de TVT se remontan al mismo animal.
Un parásito global
El TVT afecta a los perros de todo el mundo, pero está vinculado sobre todo a los países con poblaciones de ejemplares vagabundos.
Los cánceres transmisibles también se encuentran en los demonios de Tasmania y en moluscos como los mejillones y las almejas. No conocemos ningún tumor contagioso que afecte a los seres humanos.
El TVT es el linaje de cáncer más antiguo que conocemos los científicos. Podría ayudarnos a obtener información importante sobre el funcionamiento de los tumores humanos. Algunos de los procesos que se aprecian en el TVT, por tener miles de años de antigüedad, pueden estar ocurriendo también en los cánceres que afectan a nuestra especie sin ser detectados.
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