Este estudio se realizó bajo el marco del Observatorio Iberoamericano de las Mipymes y se basó en una encuesta aplicada a 409 Pymes vía telefónica y por correo electrónico.
Principales hallazgos
De las empresas incluidas en la muestra, un 59,2% son microempresas, el 30,3% son pequeñas y el 10,5% son medianas. La antigüedad media fue de 13 años. El 44,6% están gestionadas por mujeres y en el 64,5% de los casos la persona que ocupa la gerencia cuenta con estudios universitarios.
La investigación reafirma los resultados previos de otros estudios efectuados en el país con respecto al impacto de la pandemia en temas como la generación de empleo, ventas, y, en general, indicadores de rendimiento de las empresas.
Algunos de los resultados son:
Actividades operativas de las empresas
Las mayores afectaciones se produjeron en cuanto a la necesidad modificar la oferta de productos o servicios para abordar nuevos clientes (calificada con una nota de 3,72 en importancia, usando una escala de 1 como mínimo y 5 como máximo). También, realizar cambios específicos a nivel operativo para adaptarse a la situación de la crisis (3,18).
Mientras que actividades como bajar precios (2,77) o aumentar la subcontratación de sus operaciones (1,90), han tenido un impacto muy bajo.
Actividades estratégicas
La crisis ha generado la necesidad de adoptar medidas para gestionar la liquidez de la empresa (valración de 3,06, en una escala similar de 1 a 5). Seguido del abandonar inversiones previstas (3,04).
Actividad innovadora
También se consultó sobre sobre la actividad innovadora de las Pymes en los últimos dos años, distinguiendo entre innovación en productos y servicios, procesos, así como sistemas de gestión.
En innovación de productos, el 83,7% de las empresas encuestadas han realizado cambios o mejoras en productos o servicios, y el 81% ha comercializado un nuevo producto o servicio.
La actividad desarrollada en la innovación en procesos se ve marcada en un 82,5% por la introducción de cambios o mejoras en los procesos de producción que han llevado a cabo en las Pymes. Mientras que la adquisición de nuevos bienes de equipos la han realizado el 64,2% de las empresas.
En cuanto a la innovación en gestión, el 84,4% ha realizado cambios en la organización relativos a dirección y gestión, el 83,9% en el departamento de comercial o ventas y un 74,5% en la sección de compras.
Indicadores de rendimiento
Los indicadores de rendimiento más favorables para las Pymes costarricenses durante la pandemia en relación con sus competidores más directos son: la mayor satisfacción de los clientes (4,27 en una escala de 1 a 5), la rapidez de la empresa para adaptarse a los cambios del mercado (3,99) y la calidad de sus productos (3,93).
Contrariamente, los aspectos menos favorables en relación con sus competidores más directos fueron: el grado de absentismo laboral (3,15), la rapidez de crecimiento de las ventas (3,16), así como la obtención de una rentabilidad adecuada (3,20).
De acuerdo con el Dr. Juan Carlos Leiva Bonilla, profesor de la Escuela de Administración de Empresas del TEC y uno de los responsables del estudio, este trabajo es muy valioso porque no solo confirma el impacto altamente negativo que sufrieron la mayoría de las Pymes en el país producto de la pandemia, sino que además proporciona información sobre lo que han hecho las empresas que han sobrevivido ese impacto.
“Se ve claramente cómo la toma de decisiones en ámbitos operativos, estratégicos y de innovación, ha sido la respuesta que las empresas han adoptado para sobrevivir”.
Dr. Juan Carlos Leiva Bonilla, profesor de la Escuela de Administración de Empresas del TEC.
“De esta forma hay informes similares para la mayoría de los países iberoamericanos, así como un informe global de todas las naciones incluidas”, detalló Leiva Bonilla.