En abril de 2019, el gobernante Omar al-Bashir fue derrocado por los militares tras meses de protestas populares, y se estableció un gobierno de transición compuesto por militares y civiles, tras un acuerdo de reparto de poder, que debía conducir a unas elecciones plenamente democráticas en 2023.
En estos momentos, según informaciones de las agencias de noticias, los militares sudaneses han disuelto el gobierno civil, arrestado a líderes políticos y declarado el estado de emergencia. Los manifestantes habrían tomado las calles de la capital, Jartum, y se tienen noticias de disparos.
El Secretario General declaró, a través de su cuenta en Twitter, que «debe haber pleno respeto a la carta constitucional para proteger la transición política que tanto ha costado conseguir».
«Las Naciones Unidas seguirán prestando apoyo al pueblo de Sudán», aseguró Guterres.
El progreso está en peligro
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos también condenó el intento de golpe de estado.
«Estos hechos amenazan el Acuerdo de Paz de Juba y ponen en peligro los importantes progresos realizados hacia la democracia y el respeto de los derechos humanos», declaró Michelle Bachelet.
Bachelet exhortó a las autoridades militares a que respetaran el orden constitucional y el derecho internacional, que se retiraran de las calles y que resolvieran cualquier diferencia con los dirigentes civiles que forman parte del Consejo de Transición mediante el diálogo y la negociación.
«Deploro totalmente la presunta detención del primer ministro, varios ministros, dirigentes de las Fuerzas de la Libertad y el Cambio, y otros representantes de la sociedad civil, y pido su liberación inmediata», continuó.
Los sistemas de comunicación no funcionan
Bachelet también destacó las informaciones sobre la caída de internet en el país y la suspensión de otros medios de comunicación.
«Los cortes indiscriminados de internet contravienen el derecho internacional, y los servicios de internet y de telefonía móvil deben restablecerse, ya que son fundamentales para que la gente busque y reciba información, en particular en estas inquietantes circunstancias», explicó.
Pidió a las fuerzas militares y de seguridad que se abstuvieran de hacer un uso innecesario y desproporcionado de la fuerza, y que respetaran la libertad de expresión de la población, así como el derecho de reunión pacífica.
Para ella, «sería desastroso que Sudán retrocediera después de haber conseguido poner fin a décadas de dictadura represiva».
«El país necesita avanzar para consolidar la democracia, un deseo expresado en innumerables ocasiones por el pueblo sudanés, incluso de manera alta y clara en las calles la semana pasada y hoy», agregó.
La Misión de la ONU
El jefe de la Misión Integrada de Asistencia a la Transición de la ONU en Sudán (UNITAMS) también emitió un comunicado, en el que declaró que las detenciones del Primer ministro, de funcionarios del gobierno y de otros políticos son «inaceptables».
«Hago un llamamiento a las fuerzas de seguridad para que liberen inmediatamente a las personas que han sido detenidas ilegalmente o puesto bajo arresto domiciliario», declaró Volker Perthes. «Es responsabilidad de estas fuerzas garantizar la seguridad y el bienestar de las personas bajo su custodia«.
El jefe de UNITAMS, que actúa como representante especial del Secretario General, también instó a todos los implicados a ejercer la máxima moderación.
«Todas las partes deben volver inmediatamente al diálogo y comprometerse de buena fe a restaurar el orden constitucional», concluyó Perthes.