Con el objetivo de ayudar a los afganos de a pie, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo anunció este jueves el lanzamiento de un fondo dedicado a fomentar la «economía popular» que proporcionará acceso a dinero en efectivo por trabajo y subvenciones a microempresas, entre otras iniciativas.
Alemania ya ha prometido 50 millones de dólares de los más de 660 millones necesarios para los próximos 12 meses, dijo en conferencia de prensa en Ginebra el máximo responsable del Programa, Achim Steiner.
«Hay 38 millones de personas a las que no se puede atender sólo desde fuera del país», afirmó. «Tenemos que intervenir, tenemos que establecer una ‘economía de la gente’ y además de salvar vidas, también tenemos que salvar los medios de vida”.
Steiner añadió que en caso contrario millones de afganos no podrán permanecer en sus tierras, en sus casas, en sus pueblos y sobrevivir durante este invierno y hasta el próximo año.
Movilización de recursos
El administrador del Programa señaló que mantiene contactos con otros donantes para movilizar recursos.
«Las discusiones de las últimas semanas se han centrado en cómo encontrar la manera de conseguir estos recursos en vista de la implosión económica que se está produciendo y en cómo reiterar el compromiso de la comunidad internacional de no abandonar al pueblo de Afganistán».
Hay que evitar el «colapso» total
El Secretario General de la ONU, António Guterres, instó la semana pasada a la comunidad internacional a actuar para evitar el colapso de la economía afgana.
El fondo forma parte de un nuevo programa para el país denominado ABADEI, cuyo significado es resiliencia comunitaria, y su objetivo es impedir que se produzca una catástrofe humanitaria y el derrumbe total de la economía apoyando a las poblaciones más vulnerables y a las microempresas.
El Programa, las agencias de la ONU y las organizaciones no gubernamentales se encargarán de aportar las soluciones a nivel comunitario que complementarán las intervenciones humanitarias más urgentes.
Mantener a flote las economías locales
«El país necesita ayuda humanitaria inmediata, pero también necesitamos mantener las economías locales a flote; esto es fundamental para garantizar que la gente siga contando con medios de subsistencia y sienta que sus comunidades tienen futuro», afirmó.
Se proporcionará el dinero en efectivo y se distribuirá directamente a los grupos comunitarios y a los trabajadores afganos de los programas de obras públicas, como los de control de sequías e inundaciones, en moneda local.
La directora de la oficina regional del Programa para Asia-Pacífico, Kanni Wignaraja, explicó que también se concederán subvenciones a microempresas y se pagará una renta básica temporal a los ancianos y discapacitados vulnerables.
“Esto permitirá que las personas permanezcan, vivan y trabajen en sus tierras y en sus hogares y les permitirá obtener ingresos y darles «el respeto y la dignidad que merecen y reclaman», señaló.
Todas las ayudas se basarán en evaluaciones imparciales realizadas junto a los líderes de las comunidades locales y de forma independiente a las autoridades.
La ONU activa dos campañas de vacunación
Entre las acciones humanitarias emprendidas esta semana por la ONU en Afganistán destaca el inicio de una campaña de vacunación contra la COVID-19 que comenzó en la ciudad de Kandahar. La inmunización está dirigida a la población que vive en zonas de riesgo.
A partir del 8 de noviembre, también se pondrá en marcha una campaña regional de vacunación contra la poliomielitis que también incluirá el suministro de vitamina A. La Organización Mundial de la Salud, UNICEF y otros socios serán los encargados de coordinar la acción.