Un pescador de Kansas, Estados Unidos, probablemente no tenga idea de lo afortunado que al capturar un pez cocodrilo conocido como un “fósil viviente”, que según los registros es una especie que existe desde hace 100 millones de años.
Según el comunicado del Departamento de Vida Silvestre y Parques de Kansas (KDWP por sus siglas en inglés), citado en un reporte del sitio web del Daily Mail, nadie puede explicar como este pez de 39.5 libras y 4.5 pies (1.37 metros) llegó al río Neosho.
El pescador Danny Lee Smith fue quien pescó a este pez cocodrilo el pasado 20 de septiembre. Proviene de una especie que ha sido rastreada desde hace 100 millones de años y que fue catalogada por la Universidad de Florida como una especie en peligro de extinción.
“Cuando salió del agua por primera vez… Me sorprendió, me quedé atónito. He visto a varios peces gar saltar, pero nada como este lo hizo”, aseguró Lee Smith a CNN.
Los expertos no entienden como llegó al río, pero manejan algunas teorías y se enfocarán en mirar sus aletas para ver si provienen de otro estado.
¿Dónde ha sido visto este pez cocodrilo?
El fósil viviente puede medir hasta 10 pies (poco más de tres metros) y pesar hasta 350 libras. Tiene el distintivo hocico largo de los cocodrilos y llegó a ser visto frecuentemente en todo el río Mississippi, informó el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos.
Tradicionalmente se han visto en Ohio, partes de Missouri e Illinois hasta el Golfo de México según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre, pero nunca antes en Kansas.
Sobre el hallazgo del también llamado pejelagarto, Jeff Koch, subdirector de investigación pesquera del Departamento de Vida Silvestre y Parques de Kansas, declaró: “Debido a que la mayoría de las poblaciones de esta especie se pueden distinguir entre sí con una muestra de las aletas de los peces, otra opción que estamos considerando es la identificación genética”.
“Esto nos dirá si el pescado proviene de una población existente en otro estado”, expresó.
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La microquímica puede determinar el origen del pez cocodrilo
Si la opción antes mencionada no proporciona una respuesta, Koch dijo que los expertos podrían usar la microquímica, que implica medir la proporción de elementos de un hueso en un pez y compararlo con los elementos del agua circundante.
“Estas técnicas deberían permitirnos determinar cómo llegó el pez al río”, explicó Doug Nygren, director de la División de Pesca de KDWP.
Nygren dijo que “probablemente no sea la mascota de alguien la que se perdió o fue liberada en la naturaleza una vez que se volvió demasiado grande”.
La agencia estatal señala que traer especies no nativas al área crea el riesgo de propagar enfermedades y es ilegal, ya sea nativa o no.
“Transportar y liberar peces corre el riesgo de propagar otras especies dañinas como el mejillón cebra microscópico, las enfermedades de los peces o la vegetación acuática que podría estar presente en el agua utilizada para transportar los peces”, advirtió Chris Steffen, coordinador de especies nocivas acuáticas del KDWP.
El pescado había estado en abundancia a mediados del siglo XX, pero sufrió una sobrepesca debido a la creencia incorrecta de que comía pescado que la gente también consumía.