Con un mapa es más fácil llegar al destino. Ese es el objetivo de las rúbricas cuando se utilizan en las clases, trazar un camino reconocido, los límites y el resultado final. Son guías donde a partir de objetivos concretos se puede evaluar el avance, los productos o entregables y por supuesto el nivel de aprendizaje de la persona.
La M.Sc. Evelyn Hernández Ortiz, coordinadora del proyecto de docencia “La enseñanza de las Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica: La utilización de diferentes formas de evaluación en el proceso de enseñanza y aprendizaje” realizó 22 entrevistas a docentes de su Unidad Académica para conocer las diferentes formas de evaluación, así como las rúbricas que utilizan en sus aulas y las compiló en un .
Este compendio servirá no solo a sus colegas, sino a todo el personal docente de la Universidad de Costa Rica que desee mejorar sus métodos de evaluación. “Lo que pretendemos es fomentar una cultura de la evaluación transparente entre el profesorado y el estudiantado”, con la premisa de que las rúbricas de evaluación promuevan condiciones propicias para aumentar el interés, la motivación y la responsabilidad de las y los alumnos en su proceso de formación académica y profesional, y por supuesto fomentar una práctica docente más rigurosa, explica Hernández Ortiz.
El proyecto además generó una serie de infografías como material de consulta con las características de las rúbricas, ventajas de su utilización, la forma en que se aplican y otros conceptos claves. La experiencia va más allá de algo utilitario ya que busca documentar la manera en que se enseña y evalúa en Ciencias Políticas, construir comunidad e impulsar el trabajo colaborativo.
Ventajas
Para el profesor M.Sc. Erick Hess Araya, quien formó parte de esta iniciativa, las rúbricas “no solo enfatizan en lo que la persona docente considera que son los conocimientos que el estudiantado debe dominar de la materia impartida, sino que le ayuda al estudiantado a preparar de mejor manera sus respuestas, sabiendo de antemano qué es importante para la persona docente y el puntaje asignado a cada rubro”. Para él, son indispensables y muy útiles en cursos que procuran una formación académica homogénea, porque garantizan que el estudiantado adquieran los mismos conocimientos.
Génesis Guzmán Padilla ha sido asistente varios años de los proyectos de docencia en Ciencias Políticas, trabajando de la mano de la profesora Evelyn Hernández. Ella comenta que aunque la ausencia de rúbricas “dan mayor libertad en la ejecución o desarrollo de las tareas, puede implicar la necesidad constante de un proceso más guiado por parte de la persona docente”.
Valeria Cerdas Jiménez, estudiante de cuarto año y asistente del proyecto explica que “cuando el curso se desarrolla sin importar la ausencia o escasez de rúbricas, existe muchísima incertidumbre sobre nuestro abordaje de las evaluaciones, resulta necesaria una mayor inversión de energía para descifrar cómo manejar las consignas del curso. Trabajar sin la guía de rúbricas implica malentendidos y una continua búsqueda por aclaraciones de parte de la persona docente”.
El siguiente paso del proyecto de docencia será la elaboración de un “Cuaderno de Buenas Prácticas Evaluativas de la Escuela de Ciencias Políticas”, así como una guía práctica para la evaluación y un video informativo sobre las rúbricas con participación docente y estudiantil.