Ante la votación del Consejo de Seguridad de la ONU por la que aprueba una resolución que renueva la autorización del paso de Bab al Hawa para la entrega de ayuda humanitaria transfronteriza de la ONU desde Turquía al noroeste de Siria durante un periodo de seis meses, con una renovación de seis meses sujeta a ciertas condiciones, Sherine Tadros, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante la ONU, ha declarado:
“Esta resolución de compromiso es, una vez más, un ejemplo de cómo Rusia ignora las necesidades humanitarias de la población siria y, en su lugar, juega a juegos políticos con la vida y el bienestar de millones de personas.
“El mecanismo de ayuda transfronteriza a través de Bab al Hawa proporciona una ayuda vital para la población del noroeste de Siria con la entrega de comida, agua apta para el consumo y material médico a más de un millón de personas. El cierre de dos pasos adicionales el año pasado ha exacerbado la crisis humanitaria tanto en el noroeste como en el nordeste de Siria. Autorizar sólo el paso de Bab al Hawa una vez más durante un periodo, posiblemente dos, de seis meses es esencial pero mínimo y sigue siendo deplorablemente insuficiente para cubrir las enormes necesidades humanitarias de la población civil.
Esta resolución de compromiso es, una vez más, un ejemplo de cómo Rusia ignora las necesidades humanitarias de la población siria y, en su lugar, juega juegos políticos con la vida y el bienestar de millones de personas.
“Con el bloqueo del borrador de resolución que autorizaba una simple prórroga de 12 meses de la autorización para Bab al Hawa y el bloqueo de una versión anterior que habría reabierto el paso de Al Yarubiyah desde Irak, tan urgentemente necesario para el nordeste de Siria, Rusia y China han mostrado un desprecio totalmente ignominioso a la vida de quienes dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir”.
Información complementaria
La autorización para el último paso fronterizo operativo de Bab al Hawa iba a expirar el 10 de julio de 2021. Otros dos pasos —el de Bab al Salam y el de Al Yarubiyah— fueron cerrados en 2020, después de que Rusia y China vetaran la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU para que permanecieran abiertos.
Organizaciones humanitarias y de derechos humanos, incluida Amnistía Internacional, y Estados como Estados Unidos, Reino Unido y Francia, habían pedido que el borrador de resolución incluyera la autorización para reabrir otros dos pasos en Al Yarubiyah y Bab al Salam, además de renovar la autorización para Bab al Hawa. Sin embargo, ante las objeciones de Rusia y China, los patrocinadores del borrador —Irlanda y Noruega— distribuyeron un borrador inicial en el que se pedía la reapertura de sólo otro paso en Al Yarubiyah además de la renovación de Bab al Hawa. Tras nuevas manifestaciones de la falta de voluntad de China y Rusia para participar siquiera en una sesión negociadora, Irlanda y Noruega retiraron ese borrador y propusieron una nueva resolución de compromiso más en la que simplemente se renovaba un año el paso existente de Bab al Hawa.
Pese a esta capitulación, Rusia presentó una resolución contraria en la que prorrogaba sólo seis meses la autorización para Bab al Hawa. La resolución de compromiso prevé que se mantenga el único paso de Bab al Hawa seis meses, y una renovación por otros seis meses sujeta a ciertas condiciones, entre ellas un informe al secretario general de la ONU.